El 11 de octubre de 1955
se contrató la firma Wimpley para construir el Puerto Salaverry cuyas obras
consistieron en obras portuarias y estructuras artificiales. En 1959 culmina la
primera fase. Entre 1981 y 1982 se construye el molón contenedor de arena de
500 metros de longitud. En 1987 se amplió 350 m, alcanzando 850 m y en el 2004
se volvió a ampliar 200 m hasta los 1050 m.
El criterio que primó
para su ubicación fue la cercanía a la ciudad de Trujillo y el fácil acceso a
un morro rocoso (Cerro Carretas) que serviría de cantera para la construcción
del rompeolas a un costo relativamente bajo. Se tiene reportes de que durante
la construcción del puerto se presentó un proceso de sedimentación acelerada no
prevista, al sur del rompeolas y de erosión al norte del mismo. Se construyeron
tres espigones al lado del norte del puerto, que no solucionaron el problema.
Terminado de construirse el puerto, el proceso de sedimentación al sur
continuó, al punto que la arena superó el extremo del rompeolas y comenzó a
formar un bajo (poca profundidad) alrededor del cabezo y hacia adentro del
puerto, colocando en riesgo la zona del recinto portuario. El bajo producto de
la sedimentación creció gradualmente a velocidad cada vez mayor, que obligó a
ENAPU, de manera urgente a contratar un dragado.
En 1989 se realizó la primera
prolongación del espigón retenedor de arena alcanzando 850 m de longitud. La
ampliación del espigón contenedor de arena, aumentó los impactos negativos en
el litoral vecino de Las Delicias, como la destrucción de viviendas debido a
que el mar empezó a ganar espacio en la arena, situación que motivó la
construcción de defensas (espigones o pequeños molones de piedra), que no
solucionaron el problema y que por el contrario trasladaron el problema a las
playas vecinas de Buenos Aires (Víctor Larco).
Como el problema del
arenamiento del Puerto de Salaverry no se resolvió con la primera ampliación y
por el contrario la retención de arena ya estaba colmatada y la invasión de
sedimentos continuaba, ENAPU S.A nuevamente contrató la ejecución de la segunda
prolongación del espigón para alcanzar los 1050 m de longitud de esa
estructura.
Si desde el sur entra un
determinado volumen de sedimentos por transporte litoral, el mismo transporte
litoral lleva un determinado volumen de sedimentos hacia el norte, los cuales
salen de la sección. Si el volumen que entra en el sur es igual al que sale por
el norte, la sección es morfológicamente estable. Pero la realidad era otra,
pues no ocurría transporte hacia el norte, pues se retenía en el sur, trayendo
como consecuencia la destrucción del balneario de Buenos Aires y el inicio de
la destrucción del balneario de Huanchaco.
A partir del año 2010,
prácticamente perdió el total de playas de sus principales balnearios.4
Se intentó recuperar la
playa de Huanchaco contratando los servicios de la constructora Skagen
Innovations Center (SIC); sin embargo, el trabajo fracasó estrepitosamente pues
no se logró frenar la erosión y menos recuperar la playa.
En la actualidad la
destrucción de un sector del malecón de Huanchaco se debe, en parte, a oleajes
anómalos. Para
el biólogo Carlos Bocanegra García, la destrucción general de las playas
obedece a dicho molón retenedor de arena del puerto de Salaverry, al sur de la
ciudad.
“Un oleaje anómalo es un
evento natural. Pero lo que está haciendo este molón es retener 90 millones de
metros cúbicos de arena, evitar que esta viaje de sur a norte y potenciar su
poder destructivo [del oleaje] al encontrar obstáculos en el mar”, explica el
investigador.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario